lunes, 8 de octubre de 2007

Telarañas en la cabeza...





Luego de muchas decepciones, el intrépido Hombre Araña decidió abandonar el país de las barras y las estrellas. Muchas fueron las razones de su decisión, pero entre las más extrañas fue que sinceramente no estaba muy de acuerdo con las adaptaciones cinematográficas dedicadas a su vida que lo mostraban superfluo, vulnerable a los amoríos y agresor de mujeres.

También desde hace tiempo logró gracias a una serie de terapias sicológicas manejar el asunto de la doble personalidad, por lo que decidió de una vez por todas y luego de consultarlo con la almohada de abandonar a Peter Parker, la fotografía, la ciencia y los medios amarillistas para ser finalmente Spiderman las 24 horas del día. El solamente quería ser un paladín de la justicia en medio de un mundo cada vez más globalizado y convulso.

Una de las razones paralelas, de su cambio y quizás la que más pesó fue que su amada Mary Jane se cansó de dormir en camas de telaraña que le resultaban realmente incómodas tanto en momentos en que tejían noches románticas y cuando el superhéroe con sus ronquidos atraía a todas las arañas de New York, inclusive a alguna que otra tarántula o enormes viudas negras, porque en algo si hay que estar claro, "La Gran Manzana" es una ciudad cosmopolita hasta para los arácnidos.

Esta situación la terminó de espantar, unida al ausentismo permanente de Peter, quién tenía una agenda cargada en la que pasaba salvando vidas, atrapando asesinos, combatiendo con cuanto villano o alien aparecía. Pero la última de las arañas que se desbordó por el vaso de la paciencia eran las noches de poker con su amigos justicieros, ocurridas por lo general pasadas las diez de la noche todos los viernes. Mary Jane pensó: ¿ Será que está tejiendo otra telaraña por otros rumbos con alguna de sus fans ? Ante la duda decidió hacer maletas y se fue a buscar suerte a Hollywood como actriz. Un sábado en la mañana, Parker leyó la nota del adiós en la que decía: "Me harté de tantas telarañas en mi cabeza y es hora de buscar nuevos horizontes". Y fue así como se fue su esposa...

Al saber de su soledad inesperada Spiderman no le quedó más que olvidarse del Peter Parker y encerrarlo como un recuerdo, además de había dado cuenta que la Wonder Woman andaba nuevamente disponible. Ella era la amiga con la que jugaba poker las noches de los viernes y cada vez que perdía una de las manos del juego, le pedía que se diera una vueltita más de la cuenta. Pero luego de la partida de su amada Spiderman se llenó de confusiones y no quería ( a pesar de la innegable belleza de la maravillosa mujer ) vivir una aventura con nadie, menos un romance luego de lo ocurrido en días recientes. La maravillosa mujer que ante todo era su amiga y a pasar de sentirse atraída por su compañero de aventuras, mejor le puso un freno y le dijo que si estaba enrredado aún en sus sentimientos mejor se diera unas vacaciones, en especial porque su zona de relajación había sido destruída hace algunos años.

Uno de los secretos mejor guardados del "trepa muros" era que sus reflexiones con su "yo interno" las solía realizar con una telaraña especial que daba masajes de relajación que había construído en medio de las derrumbadas Torres Gemelas. Luego de aquel 11 de septiembre oscuro, nunca Spidey había necesitado de unas vacaciones de despeje en especial porque "El Duende Verde", "Los presidentes gringos de turno", "Los terroristas", "Los Narcos", "Venom", "Octupus" y "El Hombre de Arena", así como la revisión de los guiones de sus películas lo habían tenido realmente ocupado. Tanto que se aisló de su recordada modelo y actriz, su musa hasta llegar al punto de perderla.

Un poco contrariado no le quedó de otra que darse una vuelta y columpiarse entre rascacielo y rascacielo, mientras pensaba ensimismado en una alternativa para despejarse y pensar en su futuro. Luego de tanto balancearse, decidió posarse en la gran pantalla luminosa del Time Square y ya cansado escuchó la voz de Mary Jane y del susto se vino de picada al suelo a alta velocidad y a eso de cuarenta centímetros del impacto logró producir una especie de trampolín de soporte a su cáída. Al caer, le quedó la gigantezca pantalla de frente y no soportó más cuando vio que su esposa fugitiva, ya le estaba viendo en Hollywood porque por esos azares del destino el cineasta Woody Allen estaba filmando la película "La araña que yo amé" y ella quedó perfecta para el papel, casi tan ergonómico como el moderno traje que ahora usaba el hombre de las arañas relamente ajustado al cuerpo.

Luego de ver el promocional del película de estreno, inmediatamente después, Spiderman que estaba como ubicado en el mejor de los palcos de tela de araña, logró ver un anuncio de la campaña "Costa Rica, sin ingredientes artificiales" que promocionaba el Gobierno de Oscar Arias, un efecto secundario de un tratado de libre comercio en el que el turismo se vio beneficiado.

Spiderman pensó en darse unas vacaciones en suelo tico y harto de todo, le pidió un último favor a su wonder amiga "con derechos": que lo llevara a Costa Rica, el paraísco ansiado para su despeje mental. Ella aceptó, pero con la única condición de que no la volviera a buscar más como más que una amiga. La araña aceptó y voló junto a Wonder Woman en su jet privado y obviamente invisible, por dicha porque el quería llegar de incógnito a este país Centroamericano, pues por ahí le contaron que a los periodistas ticos les gustaba andar cazando estrellas del mundo de la farándula y el espectáculo.

El vuelo se realizó de noche y la salvada es que el jet era de esos supersónicos por lo que de New York a Costa Rica sin escalas, la bella y la araña duraron solamente treinta y cuatro minutos. Ya cerca del espacio aéreo tico, Wonder Woman le preguntó como la más experta en vuelos y super erudita en asuntos de aereopuertos: "Spidey, ¿a dónde quiere que lo deje, en el Daniel Oduber o en el Juan Santamaría?

El superhéroe, -quién por cierto llevaba como mes y medio con el mismo traje puesto y sudado debido al abandono de su otra personalidad- la volvió a ver y le dijo: "yo que sé que me recomiendas, ¿tú conoces?". Ella conocía porque en más de una ocasión ya había visitado suelo tico por pura curiosidad.

- "Depende... Si quieres ir al Four Seasons y disfrutar de la playa aterrizamos en Guanacaste, que cada vez parece más tico, de lo contrario podemos ir al Juan Santamaría que queda más cerca de la capital y buscar los cómodos paquetes turísticos de aventuras extremas".

Luego de una reflexión de segundos, prefirió que lo dejaran en Alajuela y por suerte llegó la noche del 31 de octubre, por lo que lo que no tuvo muchos problemas en los filtros de control, pues pasó realmente desapercibido en medio de un tanate de Supermans, Aliens, Dráculas, Diablos y otros personajes propios de "La Noche de Brujas". Inclusive un grupo de mascarada con cimarrona incluída se le ocurrió oportunamente distraer a todo el personal de Alterra con su pegajosa música de "farafachínfarafachínfarafachínchinchinchinchinchinchin". Se despidió de "la maravillosa" con un abrazo y un beso compartido entre el cachete y la boca, luego acordaron que se llamarían por celular cuando se le desenrredaran las telarañas de su cabeza.

Spiderman ya estaba completamente aislado de su realidad anterior y sabía de su pésimo español, pero confiaba en sus superpoderes y ante todo en su sentido arácnido, que le servía para ubicarse en cualquier parte del mundo o para prevenir cuando el peligro acechaba a cualquier ser humano. Cerró los ojos y percibió mucha delincuencia, asaltos con cuchillas y otros delitos, especialmente en una ciudad pequeña y relativamente cercana que se llamaba San José.

Intrépido como siempre se trepó con notoria sigilosidad a la Torre de Control del Juan Santamaría y con la postura de siempre, estiró la mano, flexionó la muñeca y se dio cuenta que no tenía edificios para columpiarse como frecuentemente lo hacía en la ciudad de los rascacielos. Lo más parecido que le indicaba su sentido de orientación especial era una torre de esas que se ocupan para los celulares. Ya cansado de estar varios minutos sobre torre y despúes de debatir a punta de señas con un par de policletos, no le quedó más pedir un taxi y dirigirse al edificio más alto de San José, todo con el objetivo de pasar "la noche de brujas" más confusa de su vida.

Nunca andaba billetera, menos aún efectivo pero en esta ocasión vacacional hizo algunas excepciones. Ya en la salida del aereopuerto, estiró la mano y sin querer dejó atrapado a un turista ecuatoriano en una telaraña temporal, cuando en lo que en realidad quería era parar un taxi amarillo o rojo y decir con todo y diccionario en mano: "Favoor llevar al edificio más graaande de San José, please".

La misión estaba cumplida y el taxista del taxi rojo le cobró casi cien dólares para dejarlo en una de las esquinas del Banco Nacional, la ubicada por el lado del correo y el edificio del Banco Central. Spiderman presuroso realizó un par de ejercicios de calentamiento, pues llevaba buen tiempo de no viajar en taxi y tan veloz como siempre no tardó ni 17 segundos trepando al estilo de las arañas perseguidas, los pisos de uno de los edificios más altos de San José. Una vez ubicado en el heliopuerto, se produjo a sí mismo un igloo como de manila para pasar la noche.

Sentado en el filo de la circunferencia del heliopuerto confirmó que en materia de edificios altos Costa Rica estaba realmente subdesarrollado, pues lo más alto y significativamente alejado del concepto de la palabra rascacielo lo conformaban un puñado de edificios que se contaban con una mano: El Aurola Holyday Inn, El Tribunal Supremo de Elecciones y ya más lejos... La Contaloría General de la Republica. ¿ Cómo podría un trepamuros de profesión trabajar en un país como Costa Rica?

La pregunta se la hacía Spiderman a eso de las tres de la mañana de aquella insólita noche, pues entre sus grandes defectos sobresalía que era un crónico adicto al trabajo que no sabía descansar, ni siquiera en vacaciones. Intentó lanzar sus "cuerdas arácnidas" en un disparo certero desde la azotea del banco hasta La Sabana, toda la noche y tantas veces los intentó que literalmente se le acabó la cuerda.

Se quedó durmiendo en el igloo un rato y decidió que lo mejor era separarse de sus poderes y deambular por San José. Un par de robos de billeteras que interumpió, la prevensión de un inminente choque en la Avenida Segunda, la entrevista de un reportero de Informe Once que hacía un sondeo de los disfraces más reales de Halloween a la que se opuso responder, unido a las vitrinas de la Universal con los últimos juguetes de temporada que se relacionaban con su película Spiderman 3 lo terminaron de distraer.

Aquella noche no pudo dormir y una vez que amaneció el primero de noviembre, se salió de su igloo ubicado en las alturas del mentado banco para estirarse, hacer su rutina de ejercicios y ver si había algún crimen que resolver en los barrios circunvecinos de la capital tica. Pero no habían pasado ni tres minutos, cuando toda la seguridad del banco se encontraba rodeandolo y decenas de periodistas esperaban en el primer piso del edificio. Todos pensaban que era un loco que tras los efectos del alcohol y de una loca noche de disfraces se había tomado el papel del Hombre Araña demasiado a pecho. Inclusive a un periodista de Telenoticias se le ocurrió la idea vestirse de Mr. Increíble para trasmitir "en vivo" la exclusiva desde el helicóptero de Teletica.

Con el helicóptero revoloteando sobre su cabeza, el justiciero decidió no hablar y mantener su estado de "incógnito vacacionista". La voladora móvil aterrizó frente a un superhéroe inmóvil, quién lo único que quería era vacacionar, disfrutar del canopy, de la observación de quetzales, de los museos, de "los rápidos" o la visita a los volcanes, al igual que cualquier otro turista promedio.

Él se había prometido abandonar el traje y no usar sus súper poderes los primeros quince días de noviembre y luego volver a New York para seguir adelante. El periodista vestido ridículamente de super héroe (ambos vestían de rojo por cierto) le preguntó al mejor estilo de una ráfaga de fuego de una Ak47 las siguientes preguntas: ¿es usted el verdadero Spiderman? ¿Cómo logró construir un igloo de telarañas? ¿ a qué se debe que llegara a Costa Rica la noche de Halloween? ¿ Realiza una promoción especial de la cuarta entrega se la serie de películas? La cámara registraba todo y se lo trasmitía a todo el país...

Peter Parker dentro de su traje respondió: "Me no entender español... Could you speak more slowly please? El periodista no hablaba inglés muy fluído y decidió huir del lugar tan rápido como llegó y el supuesto impostor fue esposado y lo llevaron directito a la cárcel de San Sebastián, ya que decidió no oponer resistencia alguna. A media mañana y luego del burumbum causado, pidió como pudo el derecho a un llamada.

El oficial de turno le indicó que usara el teléfono usual para esos menesteres, pero él no perdió tiempo y usó el celular invisible que le había dejado la dueña del avión por aquello de cualquier emergencia. Una vez realizada la llamada y luego de una poco agradable estadía en tiquicia, en menos de una hora ya estaba tejiendo su tela de araña nueva en uno de los rascacielos recien estrenados de New York. Pero el intrépido personaje no aguantó la curiosidad, tomó su laptop y puso en su buscador en Google "newspapers of Costa Rica" para ver los titulares de las noticias de las que había sido protagonistas.

Siempre con diccionario en mano y cagado de la risa leyó: "Loco vestido de Hombre Araña en la azotea del Banco Nacional" ( Al Día ), "El Hombre Araña visitó el Banco Nacional" ( La Nación ), "Arácnido tras las rejas" (Diario Extra), "Enfermo mental tejío su telaraña" (La Prensa Libre) "Banco Nacional abre cuentas hasta a superhéroes" (El Financiero) y Gobierno realiza estudio para construir más edificios altos en San José ( La República ).

Spiderman continuó distraido con sus labores, decidió estar soltero por un tiempo, jugar poker más veces por semana, ir al cine a ver la nueva película de Woody Allen pero sin el traje, aprendió a pilotear aviones invisibles y decidió -apenas pueda - tomarse unas merecidas vacaciones, sin vestuarios heróicos y separado completamente del trabajo. Bueno... siempre y cuando se lo permitiera su apretada agenda, pues dicen que "los justicieros nunca descansan" ni siquiera en las vacaciones o cuando intentan desenrredar las telarañas de su cabeza...

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