miércoles, 26 de septiembre de 2007

60 Horas en Guate...

Luego de varios meses de peloteo, a mi mejor amigo y a mí se nos metió el agua de irnos a Guatemala. Al parecer y como pintaba el asunto, parecía que nos volveríamos "pura paja" pero sinceramente la histórica reunión de la banda zaragoceña (ni idea si se escribe así) Héroes del Silencio nos hizo viajar algunos cientos de kilómetros desde Chepe, específicamente desde Hatillo Town hasta el Estadio del Ejército en plena ciudad de Guatemala.



Aunque el ride sonaba aventurezco no nos importó mucho las distancias y una vez armadas las maletas, emprendimos el viaje hacia tierras chapinas. Sin duda valía la pena y la época para viajar al hermano país resultaba interesante por varias razones. La primera, la que nos movió el espíritu rockero fue la reunión luego de un poco más de diez años de Enrique Bumbury y sus compañeros; la segunda, sin duda era vivir la experiencia de estar en Guate en medio de unas recientes elecciones que se fueron a segunda ronda, unos fulanos Otto Pérez Molina y Álvaro Colom que distan un poco del promedio de guatemaltecos que contradictoriamente terminaron no apoyando a La Menchú.



Ya como tercera razón, -al menos en mi caso-, me pareció curioso ver por primera vez en mi vida la celebración de la independencia de España en una patria que no era la mía. De rebote y gracias a que el paquete que escogió mi amigo Cristhian Mariano también pude visitar la ciudad de Antigua Guatemala y fue sin duda alguna como viajar en el tiempo casi medio milenio hacia atrás, en las épocas de la Capitanía General de Guatemala a la que pertenecíamos los ticos.



Ya con las razones claras y conociendo a un aterro de coterráneos desde la salida del áeropuerto, quienes iban con el mismo fin de cantar hasta romperse las gargantas, canciones emblema de la banda española que se atrevió a unirse el día de la independencia en Guatemala. ¡Un tanto raro para mí entender, pero interesante al mismo tiempo!



Pero como el más fiebre de los periodistas en lugar de solamente irme a pasear, me puse a cargar con todo gusto el maletín de la responsabilidad -que para mí en realidad no lo era- de escribir una crónica para La Nación del acontecimiento que secundaba la primera de mis razones.



Y aunque cuando cantaron "La Chispa Adecuada", "Entre dos tierras", "Iberia Sumergida" o "La Herida", viví la primera de las razones del viaje como el ser más irracional y fanático, pues oír a Bunbury matizado cantando con su aún no desgastada y ronqueta voz "todooooooooooooo ardeeeeee si le apliiiiicas la chispaaaaa adecuada" fue realmente un instante de escalofrío corporal, pues muchas cosas pasaron por mi cabeza, desde las veces que la cantaba con mis compas del cole, hasta como extrañé tanto a la mujer que amo que dejé en Costa Rica, esa que es capaz de que encienda cualquiera de mis chispas internas.



Como periodista lo disfruté porque estuve a centímetros de la tarima en las primera tres canciones, conocí a varios colegas centroaméricanos, entré por la puerta de atrás, conversé con los organizadores, dialogué con un periodista que se da el lujo de participar de todos los conciertos de la gira para escribir una memoria de lo que pase con todo pago, ¿muy feo?. También fue emocionate entrevistar a algunos de los setecientos ticos que se vinieron como pudieron para el concierto. El mar de gente llegó a 25 mil almas.



Ya fuera del concierto y sus bemoles de exitoso sonar en los casi todo fue casi perfecto en materia de producción ( tarima, sonido, pirotecnia, sorpresas y mil cosas más), no puedo negar que para mis ojos fue distinto estar en Guatemala en tiempos de independencia. Un ejemplo que me parecío rescatable fue cómo la noche del 14 de septiembre grupos de personas y realmente muchos grupos de personas, corrían cerca de las plazas y monumentos de la Zona 10 con antorchas encendidas. Si bien se simbolizaba el fuego de la independencia -al menos eso me imagino- a mí me resultó raro porque mis referentes de patriotismo del 15 de septiembre no pasaban de cuando le quemaba los faroles a mis compañerillos de las escuela o cuando defilé con la banda del cole. Lo que me sorprendió es como lo disfrutaron.



Luego de andar y observar me cuenta lo bulliciosos que somos los ticos en los lugares públicos y lo "lindas que son las ticas" (como dice la canción y partiendo del hermoso referente de la que extrañaba). En serio que sí....



En este punto recordaré siempre como "La Gallo" y "La Brahva" saben a agua, cómo es ir a un super en Guate aunque encuentrés productos Dos Pinos, como los quetzales me parecían billetes de Gran Banco con tantos colores. También como no hay calles con huecos y cómo en una ciudad supuestamente más "desarrollada" que Chepe con el cuadruplé al cuadrado de edificios altos pasan buses al estilo "Sabana Cementerio" o de los peores de "La Peri" llenos hasta el techo de chapines... Por cierto, me contó un guía turístico que en pleno centro de la ciudad existe un acueducto maya y también que el 15 de septiembre a las 6 p.m., el ejército dispara unos cañonazos que nunca oí.



Antes del concierto, precisamente en la mañana del mentado día de la independencia un bus nos llevó a un montón de ticos a Antigua, una hermosa ciudad ubicada como a 45 minutos de ciudad de Guatemala. Al llegar topamos con calles de adoquines, edificaciones de más de 400 años conservadas y pensé que en tiquicia con costo nos quedan las Ruinas de Cartago, las de Ujarrás y una que otra iglesia o casilla de adobe. ¡Que pena! y se nota como no conservamos casi nada de nuestra historia y hasta la independencia nos llegó como mes y medio despúes.



En Antigua se detiene el tiempo en serio y pude conocer el origen del jade y otras piedras hermosas, visité un convento, aprecié un volcán que observa la ciudad y hasta me pareció extraño ver una tienda Levis y un pollo Campero metidos dentro de paredes realmente antiguas. ¡Eso sí es un ejemplo de lo que puede hacer la globalización!. En el mercado aprendí de las telas y de cómo se puede regatear casi cualquier cosa hasta la mitad de precio.



En serio las 60 horas fueron aprovechadas al máximo y hasta pude conocer el Mall "Los Prósceres" al día siguiente de oír a "Los Héroes". Ya rumbo al áeropuerto nos esperaba un regreso maratónico en los que se voló de Guatemala a El Salvador y de ahí al Juan Santamaría ( el aeropuerto aclaro, por aquello de tantos héroes mencionados). Me pareció increíble como en un vuelo de casi cinco horas experimenté el clima fresco de Guate, el calor bochornoso de El Salvador y le lluvia de Alajuela. Una combinación capaz de torcer cualquier cuello o activar cualquier gripe. Pero por suerte logré pasar la prueba y ponerle excelentes recuerdos mayas rockeros al álbum de los buenos recuerdos...



Al tocar suelo tico me sentí en casa, me despedí de Cris y Nela, mis compas de viaje y volví a ver los ojos de un ángel...

martes, 25 de septiembre de 2007

BIENVENIDA JAROCHOBLOG


Este es el inicio de las jarochadas.... En ocasiones nos pondremos serios ( en pocas ) en otras no tanto. En fin que dicha que la modernidad le permite a uno estos chances. Bueno luego seguimos...